LA LUJURIA
LA LUJURIA
POR: ARGUINALDO ©
Amigos, amigas que me leen, de nuevo contigo tu amigo
Arguinaldo, trayéndote la reflexión de
cada semana para que alimentes tu alma y tu criterio con la misma vitalidad y
honestidad con la que alimentas tu cuerpo.
Hoy comenzamos la serie dedicados a los pecados capitales, lo dedico a los pecados no porque sea un moralista
compulsivo o algún cristiano imprudente que quiera dañarte el rato y la
experiencia, no, no vengo a eso ni escribo para eso. Los pecados capitales
tienen la increíble coincidencia de ser las dificultades más grandes por las
que atraviesan los seres humanos de esta época. Es increíble pero los pecados
se definieron incluso antes de Jesús, sin embargo, hoy en día lo que uno ve en
la calle, en los medios, en las redes, es que las personas están sufriendo y
esos sufrimientos y cargos de conciencia se refieren directamente a la misma
lista de pecados que se definió hace milenios.
A pesar de las libertades con las que ahora vivimos, del
ritmo frenético, de las experiencias que tocan a nuestras puertas sin
convocarlas, aun así y a pesar de todo eso, las personas están cargando una
cruz demasiado pesada de remordimientos y frustraciones y todo eso tiene como coincidencia
el mismo planteamiento del pecado, por eso me atreví a tomar los pecados capitales
como referencia para mis siguientes entradas y para reflexionar sobre ello y
tratar de encontrar un camino más tranquilo en nuestras vidas.
No se
trata de decir que es bueno o malo, se trata de reconocer nuestros defectos
como seres y tratar de mejorarlos.
No creas que mi intención es llevarte a la iglesia obligado
ni hacerte arrodillar para que reces mil rosarios ¡NO! Se trata de un mensaje sobre
un tema específico para que reflexiones en ello y, si lo tienes, busques la
manera de corregirlo y vivir de una forma mejor, como te mereces.
Por casualidad, el primer pecado capital es la lujuria, pero ¿Qué
es la lujuria? Es el deseo sexual incontrolable. Son las ganas que invaden el
cuerpo y esa ansiedad incontrolable por tener sexo o estar permanentemente involucrado
en el placer sexual. Ojo a la palabra
incontrolable
Una cosa es el
deseo sexual
Y otra cosa es la
lujuria
El deseo sexual es algo absolutamente normal y pertenece a nuestros
instintos naturales como seres, pero la lujuria es el comportamiento que nos
doblega y nos incita a estar en constante obsesión pensando, hablando o
actuando alrededor del sexo. Es decir, el deseo hace parte de todos los seres y
es tan natural como comer o tener sed, pero la lujuria es ese comportamiento
que nos incita al exceso, a traspasar la barrera de lo normal para convertirla
en una obsesión limitada. De tu parte esta descubrir en que lado del camino
estas y tomar una actitud frente a ese camino: de tranquilidad si es deseo y de
preocupación si es lujuria. Preocupación
porque todo lo que te controle la mente te puede acabar contigo.
Donde está tu
tesoro, allí también está tu corazón.
Si tus actos son normales, pasaras la vida sin problema, pero
si te dejas llevar por la lascivia y la lujuria terminaras en problemas porque
lo que estás haciendo es obsesionándote por la imagen de un placer, pero no por
el placer en si mismo. Recuerda:
Un placer
se refiere a sentir y un exceso se refiere a actuar solo por lo material.
Sin duda, el verdadero placer sexual se logra a través de los
sentidos, de los sentimientos y de la capacidad de entrega en el momento del
acto sexual, pero la lujuria se refiere a todo lo opuesto. Se refiere al
tratamiento del sexo de la forma más mecánica y pornográfica posible, en donde
las sensaciones y los sentimientos han sido desplazados por la curiosidad y el
morbo que produce la aventura. Pero ¡Ojo
a esto! No confundas la adrenalina de la aventura y el riesgo de lo
prohibido con el placer producto de la sexualidad. Si eres de los que sienten
cosquillas cuando sales con alguien a
escondidas para tener sexo, puede que estés confundiendo la adrenalina de ser
descubierto con la aventura sexual que mantienes. Puede que el sexo sea lo de
menos y lo único que te produce placer es la aventura y no la relación sexual. Entonces
estas en un laberinto sin salida porque piensas que la estás pasando bien
sexualmente cuando lo único que te gusta es jugar a las escondidas con alguien a
quien no le importa tu destino.
Es importante, entonces, que tomes las riendas de tu vida con
la conciencia propia que te hace una persona madura
Jugar a engañarte
solo es producto de la inmadurez
Y los pecados son
para personas inmaduras
Una persona que sabe lo que quiere no tiene que estar dándole
tantas vueltas a las cosas para llegar al mismo punto, simplemente va y listo. Te
aconsejo, si sufres de eso, que madurez, ya es hora, dejaste de ser infante
hace mucho tiempo.
La lujuria se refiere a esa obsesión por estar rodeado del
sexo a toda hora, desde que te levantas hasta que te duermes, si es que puedes
dormir por pensar en eso. Recuerda:
Aquel que habla de sexo con la insistencia de un loro,
terminará agotando su tema y fastidiando a los demás, terminará hablando solo y
eso se llama masturbación.
Aquel que piensa solo en sexo con la insistencia de una aplicación
tecnológica, terminará alejándose del mundo y restringiéndose del resto de
experiencias que le puede producir la vida y eso se llama suicidio.
Aquel que actúa en torno al sexo como una maquina repetidora,
sin sentimientos ni emociones, terminará aburriéndose de su estado, del acto físico
y mecánico de lo sexual y terminará convirtiéndose en un atrofiado sexual que se
usurpara todo el placer de su existencia y eso se llama estupidez.
Una vida sin placer es una condena eterna.
¿Te imaginas el sufrimiento, el tedio y la tortura que debe
sentir aquella persona que no siente placer? Y la lujuria mata al placer porque
lo devora con sus imágenes y sus mensajes hasta que el placer se cansa, se fastidia
y se marchita. Por eso te recomiendo que te controles, que tengas un límite
definido que no te arranques el placer del cuerpo y que seas honesto contigo
mismo para darte cuenta que es lo que buscas en el sexo y que es lo que estas consiguiendo
si tienes una actitud lujuriosa.
Cuidado con la lujuria,
al principio la puedes controlar, pero después cuando te llega a controlar, te
arranca el corazón y lo lanza a la basura.
El sexo puede ser una adicción tan fuerte como el alcohol y
la droga, pero contrario a estos que te matan por fuera y por dentro, el sexo te
deja vivo, pero te seca por dentro. Nadie muere por una adicción al sexo, pero
si lo deja seco, sin alma, sin sentimientos y sin sentidos.
Un sentido que no
siente
No tiene sentido
Te recomiendo que si estas atravesando una crisis de lujuria,
en donde el sexo es palabra, pensamiento y obra de tu vida, te pauses y medita
sobre lo que realmente deseas. Se honesto contigo.
Medita
sobre lo que realmente deseas.
Conozco hombres que insultan a sus esposas y consiguen otra mujeres
ya sean pagadas o no. Es un error porque su esposa es tan mujer como cualquier
amante, tiene los mismos órganos y puede producir el mismo placer, entonces ¡Cuidado!
Porque si eso es lo que está pasando en tu vida puede que signifique solo una
cosa:
El mal
amante eres tú
Si tienes que conseguir placer en muchas partes significa que
el mal amante eres tú porque no sabes producir ese placer en otra persona. Recuerda
que la relación sexual es producto de la trasmisión de sensaciones y sentidos y
si tú pareja falla y esta insatisfecha, tal vez es porque tú no has sido capaz
de trasmitir esas sensaciones, entonces la otra persona o bien se esconde
cuando te ve o bien se va a buscar placer en otra parte.
Recuerda que el
amor es más dar que
recibir.
Si la otra persona no está feliz, no está satisfecha con el vínculo
sexual que existe es porque no hay placer o ese placer esta insatisfecho, si no
hay placer es porque uno de los dos está contaminado por las ramas de la lujuria,
por lo que sofoca y cansa, entonces, no lo hagas, apártalo y concéntrate en
buscar el sentimiento que deseas.
Las ramas
de la lujuria no dejan ver la belleza del árbol del placer.
Porque es un espejismo, algo que parece ser bueno, agradable
o rico, pero que en el fondo es solo imagen, solo apariencia y nada de corazón o
sentimiento.
El placer está en
el interior no por fuera.
No hay un órgano que se llame placer, el placer es una satisfacción
sin medidas materiales, es un estado que se expresa y es una expresión sublime
de la naturaleza humana. Busca primero por dentro, busca el sentimiento y
encontraras el placer, busca por fuera y encontraras carencias.
Así como el que trabaja por dinero siempre va a necesitar más
dinero, así mismo el lujurioso siempre va a necesitar nuevos límites para
cubrir su necesidad. Recuerda que el sentimiento genera placer, lo físico genera
carencia
Por eso las personas que quieren verse bien por fuera se
operan y se operan y nunca están satisfechas, porque siempre tienen la carencia
de encontrar algo perfecto, pero si no encuentran esa perfección por dentro
nunca estarán satisfechas por fuera. No te confundas.
En esta
vida no gana el que sepa mil posiciones, gana el que disfruta con solo una
caricia.
Se trata de disfrutar ¿no? Pero la comida sin sabor no sabe a
nada por más cantidad que sirvan en el plato.
Soy tu amigo Arguinaldo que te invita a compartir este
mensaje con tus amigos y conocidos. Te aseguro que lo necesitan.
No olvides
alejarte de las ramas
La lujuria son las ramas, los pedazos de árbol con los que te
entretienes, pero el árbol es la vida entera con la que gozas.
Goza, disfruta, a eso viniste, a pasarla bien. No ha quedarte
en el mismo lugar dando vueltas sin sentido hasta la muerte.
Recuérdalo
muy bien, la cura para la lujuria es buscar el sentimiento y no solo entretenerte
con lo que ves.
Soy tu amigo Arguinaldo, sigue conectado a La colcha, parche parlanchín, disfruta
de nuestros contenidos, compártelos y gózalos como nosotros gozamos al
crearlos.
No olvides que
expresar y sentir vale más que tocar sin parpadear.
Nos vemos la próxima semana con el segundo pecado capital. Hasta
entonces.
Tu amigo, Arguinaldo.
Lee del mismo autor:
EL SÍNDROME DE LA COLA DE PERRO
LA IMPORTANCIA DE APRENDER A AMARSE


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