¿PARA UN ZUMO DE T CUÁNTAS T NECESITO?
PARA UN ZUMO DE T
¿CUÁNTAS T NECESITO?
POR: EL INEPTO SEBAS ©
Yo creo que estoy en un mundo paralelo o para lelos o, algo
así, porque todo me sale al revés, nada me sale bien y comienzo a creer que soy
yo el que esta de malas, aunque a veces pienso que es el mundo entero el que
está girando al revés.
El otro día iba caminando por la calle, mejor, iba caminando
por el andén porque por la calle no se debe caminar, cuando sonó el teléfono,
era mi novia, nos pusimos a hablar y todo eso, yo la notaba extraña, como si
algo le pasara; ella trató de explicarme pero yo no pude entenderle nada porque
justo detrás mío había un grupo de obreros arreglando una calle y hacían un
ruido tremendo con esas máquinas y esos gritos. El caso es que yo no le entendía
ni cinco a mi novia hasta que le dije:
—¡Habla más duro que no te entiendo!
¡Habla más duro que están arreglando la calle y no te entiendo nada!
—Pues güev… pa… a otra calle…
—¡Si, la calle, lo que pasa es que la
están arreglando!
—Eres un imbe… yo no sé… estoy contigo…
me voy a… un mozo… que me… bien rico
—¡Qué bien que la estés pasando rico!
¡Me dices que tienes que conseguir un monitor! ¿Se dañó el que tenías? Es que
ese era muy viejo
—No entiend… calle… no estes ahí…
arado
—¿Qué? ¿Cómo que soy un tarado? ¿Dime
que te he hecho para que me trates así?
—Eres un inepto Sebas
—Eso si lo entendí, si es que hablando
claro se entiende la gente. Aprovechemos porque el del martillo ya se cayó, se
cayó en el hueco que estaba haciendo y yo creo que no va a trabajar mas esta
semana.
—Por fin —me dijo ella— es que tengo
un problema y necesito que me traigas algo.
—¿Qué problema?
—Un problema de mujer, tú me
entiendes, algo que me pasó allí, en mis… partes
—Ah —conteste— ¿y qué quieres que te
lleve?
En ese momento no sé porque razón el martillo comenzó a trabajar
solo y a hacer más ruido que antes.
—Ponme atención —me dijo ella y hasta
ahí escuché bien— es sumam…
—¿Zumo? ¿Quieres que te lleve zumo? ¿De
qué sabor?
—no, no, eso no, es que tengo una
infecc… en toda la… gina… me rasca… las ingles
—¡¿Qué?! ¿Una clase de inglés? ¿Y
necesitan un zumo para la clase o qué?
—No, eso no, necesito que me traigas
un… rápido, porque para colmo siento que me está llegando el… estoy
desesperada.
—¿Qué? ¿Va a llegar un inglés? ¡Ah,
ya entendí! Necesitas un zumo para darle al inglés. Listo. Ya te lo llevo
Y colgué rápido para ir al supermercado lo más pronto
posible. Fue curioso pero a medida que me alejaba de la obra el ruido iba
desapareciendo, entonces, ya sin tanto ruido alrededor mío, pude concentrarme
en solucionar el problema.
Pensaba ¿un zumo para un inglés? ¿Qué podía ser eso? Entonces
me acordé que mi tía abuela segunda, prima de mi abuelo Primitivo, ósea una
abuela chiquita, fue una vez a Londres metida en una maleta y cuando volvió nos
contó que en Inglaterra a todos les encantaba el té, morían por él te. Entonces
pensé, pues si siguen con esas costumbres, el zumo que quiere mi novia para
atender a su invitado inglés pues es de T. Y entonces pensé ¿y qué clase de T?
¿Mayúscula o minúscula? Nunca había escuchado que una letra tuviera un zumo,
pero si lo decía mi abuela chiquita que viajó por el mundo metida en una maleta
y me lo pedía mi novia que era muy recorrida, entonces debía ser cierto. Ellas
sabían más que yo. Además tenía una misión, no tenía que ponerme a filosofar ni
a pensar en los huevos del gallo, tenía que encontrar un zumo de t para mi
novia y su amigo y eso era lo que tenía qué hacer.
No caminé mucho antes de comenzar a encontrarme con
dificultades. Ya había caminado como tres calles cuando encontré una tienda
naturista, pensé que ellos me podían ayudar, pero me dio cierta cosa entrar
porque pensé que al ser naturista los vendedores iban a estar empelotos o algo así,
pero cuando me decidí a entrar, me alivié al saber que todos estaban vestidos y
no eran naturistas como yo pensaba sino simples hippies progresistas que
querían curar al mundo con su armonía a cambio de unos cuantos billetes
grandes. Me acerqué al mostrador y pregunte.
—Señor. Señor, despierte ¿Tiene zumo
de T?
El tipo apenas sí pudo abrir los ojos y me contestó.
—No, ya se me acabaron, solo me
quedan de M y de H
Salí con un gran pesar de ahí, si en esa tienda no me podían
ayudar, entonces ¿en dónde? Seguí caminando, mirando hacia todas partes hasta
que llegué a un supermercado, al mismo en el que mi mamá compra la comida y los
vinos para sus amigos cuando la vistan y pensé: ¡Ahí debe haber zumo! Porque
los amigos de mi mamá siempre le dicen que nadie les da una buena comida como
ella, entonces es porque lo que les da de comer es muy bueno y todo lo lleva
del mismo supermercado. Entré al supermercado y pregunté
—¿Tiene zumo de T?
—Pasillo 4 —me dijo la encargada
La cosa comenzaba a cambiar porque ya tenía grandes posibilidades
de cumplir con mi misión y dejar el nombre de mi país en alto frente a ese
inglés pretensioso, porque digámonos la verdad: si yo fuera a Londres nadie
correría a comprarme lechona o geta de marrano para tenerme contento. En cambio
a mi novia y a mí, si nos tocaba cruzar media ciudad para complacer al inglés
ese y dejar el orgullo patrio en lo mas alto.
Llegué al pasillo 4 y parecía más una exposición de agricultura que otra cosa. Matas verdes por
todas partes y cajas de colores que parecían contener semillas y no las letras
que buscaba
—Disculpe —le pregunté a una empleada
que estaba repartiendo café con leche en la mitad del pasillo— ¿Tienen zumo de
T?
—Todo lo que tiene que ver con té está
el frente suyo
—Pues si —dije yo dudando— pero lo
que pasa es que yo veo aquí solo hierbas y lo que yo buscó son las letras.
—Ah, letras. Para las letras tiene
que ir a la papelería.
Pero yo de inmediato pensé ¿la papelería? ¿Si se le podrá
hacer un zumo de T bueno al inglés con papeles? ¿Y qué tal que se le ablande la
barriga al inglés y nos tape el baño? Y con esos tipos que son bien grandes ¿Y qué
tal que me pongan a destaparlo a mí por haber sido el que había llevado ese T?
Al instante reaccioné.
—Señorita —dije— yo creo que en la papelería
no me sirve, es que es para un extranjero, que me pidió algo así como un zumo
de T
—¿Ah, un zumo? Todos los zumos están
al frente suyo
—¿Y serán de T?
—Sí, son todos de té
Bueno, le creí, ella parecía saber más de eso que yo, su
seguridad lo demostraba, además creo que ya había hecho una especialización y
algún posgrado porque ya la tenían repartiendo café con leche mientras que a
mis amigos universitarios apenas los tenían repartiendo hojas de vida. Parecía
saber mucho más que yo de todo eso. Lo compré y muy contento me fui al apartamento
de mi novia. Cuando llegué ella me abrió un poco decaída, con cara de enferma.
Yo orgulloso le mostré la caja con el zumo de T que había comparado. Me miró y
me sonrió
—Gracias Sebas, con este dolor que
tengo yo creo que una agüita de esas me hará bien ¿Por qué no me la preparas?
—claro —dije yo descargando mi morral
en la sala y entrando a la cocina a calentar el agua, mientras mi novia se iba
corriendo al baño— oye amor ¿A qué horas llega el inglés?
—Uy si, que infección tan perra la
que se me prendió y lo peor es que no sé cómo me pasó, debió ser el cochino de
Felip… en los baños de la universidad, es que esos baños son un asco y no los
lavan bien nunca.
—Uy si, un asco —le grité para que me
escuchara bien aunque yo estaba más pendiente del fogón de la estufa que no
quería prender y de buscar los fósforos que se apagaban cada nada— ¿Y a qué
horas llega?
—No, si ya me llegó, por eso eran los
retorcijones, estoy como un tomate podrido
—Ah, a mi mamá también se le pudrió
un tomate, pobrecita, que pena, hasta un amigo le dijo que el tomate le olía a
podrido.
—¿De qué hablas? —me preguntó
saliendo del baño
—Pues de tomates ¿no? —dije con el
zumo de T en la mano y sin saber qué hacer con él o como prepararlo bien.
—Oye gracias por el té, me encanta y
me hace sentir mejor ¿Por qué no me lo preparas mientras yo habló con un amigo
es que tengo que preguntarle si a él también le salió… el parcial, como le
salió hoy el parcial que hicieron hoy?
—¿Tenías parcial? No me habías dicho
—Si, es que fue sorpresa y tengo que
averiguar si ya le salió
Y yo pensé ¿Salió? ¿Cómo así va a venir otro? ¿Y ese de que
país sería? Yo me quedé pensando en todo lo que me tocaría hacer para conseguir
otra letra en la calle. Y así estoy, mi novia esta en la sala hablando con su
amigo, aunque parece que ya está mejor porque se ríe y parece que quiere salir
esta noche a sacar la mascota del amigo a pasear porque le dice: que él nunca
va a encontrar otra zorra como la que tiene. Aunque a mí me parece muy
peligroso tener a esos animales por ahí y menos en la casa de uno ¿Qué tal que
les dé hambre y se lo traguen a uno? Que miedo. No estoy de acuerdo, aunque yo
no me meto en esas cosas porque allá cada uno y su conciencia, además que tener
un animalito de esos, acostumbrados al monte es un pecado porque esos animales
sufren ¿Imagínense una zorra en plena ciudad, que come? Por eso yo creo que mi
novia lo está aconsejando bien y le dijo que quiere que saquen a la zorra que
tiene allá adentro. Yo creo que es lo mejor. Menos peligro.
Mientras tanto estoy esperando que el agua este hirviendo para
echarle el zumo encima ¿o será que va primero el agua y después el zumo? Lo
peor es que no sé cuántas T son necesarias para un buen zumo ¿Alguien sabe y me
puede explicar? Se los agradecería. Que sea pronto porque me estoy quemando los
dedos.
¿Algún filosofo que me ayude?
Gracias. Con amor hirviente
El Inepto sebas.
P.D. El inglés todavía no ha llegado, y parece que ni va a
venir porque mi novia le dijo a su amigo por teléfono que así con el tomate
podrido no podía recibir a nadie. Mejor preparo esto y me voy hasta de que se
enoje y me haga meterle la mano a ese tomate podrido… no, hasta allá no llego.
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