ESTOY RETENIENDO LÍQUIDOS, ME ESTRELLÉ CON...

     ESTOY RETENIENDO 
               LÍQUIDOS,    
    ME ESTRELLÉ CONTRA 
         EL CAMIÓN DE LA 
               CERVEZA
       
      POR: EL INEPTO SEBAS ©

Les aseguro que yo no fui, que yo no tuve la culpa. Yo iba por aquí cuando de pronto ¡zas! De jeta contra el camión. ¿Cómo sería mi sorpresa que ni me había dado cuenta que iba en contravía? Del susto lo único que hice fue pegar un grito como una loca y ¡Tenga! Contra el parabrisas.

La moto quedó vuelta nada, debajo de las llantas delanteras del camión ¡Y el reguero de botellas! No, ni se imaginan, yo creo que todos los perros salieron borrachos de ese accidente porque había cerveza regada por todo el suelo.

Eso sí, todo hay que decirlo, apenas nos estrellamos los del camión se bajaron a tratar de rescatar todas las botellas que pudieron y ya cuando recogieron lo que no se había roto, fueron muy amables y preguntaron por mi vida.

—¿Está bien, muchacho? ¿Está bien? —me preguntó el chofer

Yo, con la borrachera que ya tenía le contesté

—¿Qué si estoy bien? ¿Y es que usted cree que me subí aquí a limpiarle los vidrios, viejo güevon?

—Pues no hermano, pero es que usted tiene la culpa, usted apareció de repente y en contravía y, para colmo, borracho

—¡Yo nunca he estado borracho! —alegué

—¿Y entonces por qué venia en contravía?

—Pues porque me gusta andar en contra de la represión. Es mi estilo de vida —dije dándome golpes de pecho en mi corazón orgulloso.


En eso llegó un policía en su moto

—¿Qué pasó? —preguntó

—Necesito que me lleve a mi casa —dije yo

—¿Por qué le pasa algo? —me preguntó asustado

—No, pero va a pasar —dije

—¿Qué va a pasar? —me dijo el conductor desafiante, planteándome pelea el muy canalla.

—Que me voy a orinar —le conteste desafiante también

—¡Usted está borracho! —gritó el policía- esto se le va a ir hondo

—¡Jamás he estado borracho! —dije— Nunca he consumido licor, si quiere, ahí está, hágame la prueba, hágamela, lo desafío ¿usted no sabe quién soy yo?

—¿Y quién es usted?

—Pues el que se va a orinar en el camión si no me llevan rápido a mi casa

—Borracho —me dijo el policía— a ver, usted –dijo señalando al chofer del camión- cuénteme lo que pasó

—Señor agente, lo que pasó es que yo iba por esta calle repartiendo la cerveza como todos los días, cuando de pronto este tipo apareció de la nada y no tuve tiempo para esquivarlo ¡Y mírelo! Todo por andar borracho.

—¡Yo nunca he estado borracho! —grite

—¿Ah no? ¿Y entonces cuál es su estado?

—mi más reciente estado es mi estado de orinado. Se lo advertí, se lo dije una y otra vez, pero como siempre en este país la justicia nunca llega a tiempo.

—¿Ah sí? Pues bájese ya de ahí porque le voy a poner su multa

—Que sea dos multas porque tengo dos nalgas bien sucias con su injusticia.

—¿Con duplicado? Se la voy a hacer con triplicado para que se limpie la boca también

—¡Así me gusta! —grite— valiente con el abusivo. Pero mi agente, no ve que usted no me puede multar —le dije casi cayéndome encima de ellos.

—¿Y por qué no le puedo hacer la multa?

—Pues porque me robaron la moto. Yo no la veo por ninguna parte

—¿Acaso no la ve debajo del camión?

—¡Ay no! —grité al verla— miren como la volvieron, pero ¿y mi moto?

—De la borrachera no la ve —dijo el chofer-

—¡Yo nunca he estado borracho! —dije

—Bueno, bueno —dijo el policía- páseme los papeles de esta moto.

—Yo no los tengo, señor agente —dije

—¿Cómo que no los tiene, acaso salió sin los papeles de la moto o es que la moto es robada?

—Yo no sé si la moto es robada o no. Yo no le puedo decir eso —dije

—¿Cómo que no me puede decir eso, es que acaso la moto no es suya?

—Es que esa moto no es mía. La mía se la robaron hace tres días.

—¿Y entonces esta moto de quién es?

—Ah, yo no sé —dije yo—

—¿Y entonces por que la iba manejando? —preguntó el chofer

—Yo no la iba manejando

—¿Entonces iba de pasajero? —preguntó el policía

—Tampoco —contesté

—¿Y entonces? —me pregunto el policía

—Pues vera usted señor agente, yo salí esta mañana de mi casa para la universidad, iba muy tranquilo por la calle cuando me di cuenta que venía el bus y que si no corría no lo iba a alcanzar, entonces salí corriendo  detrás del bus y ¡Tenga! Pasó una moto y me llevó por delante y yo del susto me agarre del manubrio y seguimos los dos como locos por toda la calle.

—Que cuento tan reforzado —dijo el chofer

—Juro, juro que es la verdad —dije

—¿Y esa borrachera?

—Yo nunca he tomado, pero ¿Qué más espera con toda esa cerveza que me cayó encima?

—Y si eso es cierto ¿en dónde está el que iba manejando la moto?

—Ah, yo no sé, pero yo supongo que es el que ha estado gritando todo este rato debajo del camión.

Todos se agacharon y encontraron a ese man, al dueño de la moto, allá entre las llantas moviendo las patas como podía. Cuando lo sacaron, me miró y me dijo.

—Eres un inepto Sebas

—¿Y yo Por qué, si a mí nadie me preguntó?


Compártela con todos tus amigos para que se den cuenta de tremenda injusticia y de que, aun al día de hoy, nadie me ha repuesto los pantalones que ensucie por culpa de un crimen que no cometí.

¡Qué viva La colcha, parche parlanchín! El único lugar donde un cagón puede escribir. Suscríbete porque el pueblo unido puede más que las empresas cerveceras.

Gracias y adiós a todos. Hasta la próxima.

Recuerda que todos nuestros contenidos están protegidos con derechos de autor y que para publicarlos en otras paginas necesitas nuestro permiso. Te queremos, pero te queremos vivo. La Administración.

Comentarios

SOBRE NOSOTROS

La colcha, parche parlanchín es una comunidad creativa de expresión libre que defiende la raíz por encima de las ramas, siendo la raíz el talento natural, la expresión de los sentidos y el arte como pasión.

VISITANTES

NO DORMIMOS, SOÑAMOS.

NO DORMIMOS, SOÑAMOS